viernes, 31 de julio de 2015

FRATERNAL

AMOR FRATERNAL
 
Una de las manifestaciones del amor, que es el deseo del bien, es el amor a los hermanos. El amor fraterno nos enseña a compartir nuestros bienes y a llevar una convivencia sana y constructiva. El amor fraterno nos prepara a vivir en la sociedad y se extiende a los que no son hermanos de sangre, pero se aman como si lo fueran.
El amor fraterno es una de las piedras angulares de nuestra fe cristiana. Todo nos conduce a descubrir y compartir esta clase de amor. Cuando leemos en la Biblia: “ama a tu prójimo como a ti mismo”, estamos leyendo la definición de la caridad fraterna, que significa amar a todos los seres humanos.
En el origen de la cristiandad y también hoy día, el amor fraterno tiene un origen divino, que es el amor, porque Dios es amor en sí mismo. Podemos expresarlo con la misma sencillez con la que Jesús nos transmitió sus valiosas enseñanzas. El amor fraterno es ese vínculo que nos une espiritualmente con otros creyentes que profesan nuestra misma fe cristina. - See more at: http://www.jamesnava.com/04/04/2012/amor-fraterno-i/#sthash.5YYaKFPG.dpuf
El amor fraterno es una de las piedras angulares de nuestra fe cristiana. Todo nos conduce a descubrir y compartir esta clase de amor. Cuando leemos en la Biblia: “ama a tu prójimo como a ti mismo”, estamos leyendo la definición de la caridad fraterna, que significa amar a todos los seres humanos.
En el origen de la cristiandad y también hoy día, el amor fraterno tiene un origen divino, que es el amor, porque Dios es amor en sí mismo. Podemos expresarlo con la misma sencillez con la que Jesús nos transmitió sus valiosas enseñanzas. El amor fraterno es ese vínculo que nos une espiritualmente con otros creyentes que profesan nuestra misma fe cristina. - See more at: http://www.jamesnava.com/04/04/2012/amor-fraterno-i/#sthash.Pb87nsN2.dpuf
 En cambio, entre hermanos hay una relación de iguales. Esta igualdad se da tanto por el origen como por la relación.  Los hermanos tienen una capacidad de desearse el bien más sinceramente porque ven en el otro un reflejo de sí mismo. Esto implica que hay un profundo conocimiento del otro y de sus necesidades. El amor fraterno, entonces, se da entre los iguales y desea el bien para los iguales. No olvidemos que el amor fraternal más perfecto es el mutuo, aunque a veces esto no suceda así. No obstante esta posible situación, el amor fraterno puede llegar a ser mutuo si uno de los hermanos comienza a amar desinteresadamente primero.
Quien no ama a su hermano no ama a Dios
Una lección universal sobre el amor fraternal la encontramos en la Primera carta de Juan. En ella se discute la posibilidad de amar a Dios sin amar a los hermanos, sean estos carnales o de religión. La respuesta de Juan es contundente: no se puede amar a Dios si no amamos a nuestro hermano. Pues si no amamos al hermano que os queda cercano y conocemos bien, ¡cuánto más Dios, que es inmaterial y perfecto, el cual nos queda lejos como un objeto de amor si no lo conocemos bien!.
El amor fraterno es una de las piedras angulares de nuestra fe cristiana. Todo nos conduce a descubrir y compartir esta clase de amor. Cuando leemos en la Biblia: “ama a tu prójimo como a ti mismo”, estamos leyendo la definición de la caridad fraterna, que significa amar a todos los seres humanos.
En el origen de la cristiandad y también hoy día, el amor fraterno tiene un origen divino, que es el amor, porque Dios es amor en sí mismo. Podemos expresarlo con la misma sencillez con la que Jesús nos transmitió sus valiosas enseñanzas. El amor fraterno es ese vínculo que nos une espiritualmente con otros creyentes que profesan nuestra misma fe cristina. - See more at: http://www.jamesnava.com/04/04/2012/amor-fraterno-i/#sthash.5YYaKFPG.dpuf

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